Cuando los pequeños de la casa comienzan a explorar su entorno, el suelo es la zona de actividades en la que pasan más tiempo. En él se dan los primeros intentos de darse la vuelta y se producen las primeras aventuras mientras descubren cada rincón, por lo que la superficie donde ocurren todas estas cosas importa, y mucho.
Una buena alfombra infantil no solo protege a tu bebé de posibles golpes y del frío del suelo, sino que además es un lugar estimulante capaz de fomentar su desarrollo psicomotor. Si aún no sabes cómo elegir la mejor alfombra para el gateo y juegos de tu bebé quédate y descubre todo lo que debes saber antes de comprar una alfombra de este tipo.
La importancia de elegir una buena alfombra infantil
La etapa de gateo es una de las más importantes dentro del desarrollo de un niño. Entre los 6 y 10 meses, la mayoría de los bebés comienzan a desplazarse por sí mismos, primero arrastrándose y luego gateando ayudándose de las manos y rodillas. Esta fase fortalece sus músculos, desarrolla la coordinación y estimula las conexiones neuronales fundamentales para su desarrollo cognitivo.
Una superficie óptima durante esta etapa resulta imprescindible. Los suelos duros como cerámica, madera o mármol, aunque son más fáciles de limpiar, no proporcionan la amortiguación necesaria para proteger las articulaciones de tu bebé. Además, estas superficies resultan frías e incómodas, lo que frena la capacidad de exploración del pequeño.

Los especialistas en desarrollo infantil recomiendan superficies que ofrezcan un nivel de resistencia moderada, es decir, ni demasiado duras, ni excesivamente blandas que dificulten el apoyo necesario para gatear. La mejor alfombra para juegos de bebé debe ser lo suficientemente blanda como para que el bebé gatee cómodamente y a la vez sin que se hunda bajo el peso del pequeño. El gateo sobre este tipo de superficies contribuye al desarrollo físico y a la maduración del sistema nervioso central, mejorando la coordinación entre los hemisferios cerebrales, algo que favorece el desarrollo de habilidades cognitivas que serán fundamentales en etapas posteriores del desarrollo.
Los bebés se llevan objetos a la boca constantemente, por lo que la superficie donde pasan gran parte de su tiempo debe mantenerse limpia. La facilidad de limpieza y mantenimiento es otro factor crucial a la hora de buscar la mejor alfombra para el gateo y juegos de tu bebé.
Tipos de alfombras para niños pequeños
A día de hoy existe gran variedad de alfombras diseñadas específicamente para bebés y niños pequeños. Cada una de ellas tienen características que pueden resultar más o menos adecuadas según las necesidades específicas de tu bebé y de su nivel de desarrollo.
Alfombras lavables
Las alfombras lavables son una de las opciones más prácticas para los hogares con niños pequeños. La posibilidad de meterlas en la lavadora hace que la limpieza sea mucho más sencilla, especialmente cuando alguna travesura acaba ensuciando por completo la alfombra. Este tipo de alfombras están pensadas para que su tanto el lavado como el secado sea rápido y puedas volver a usarlas en el menor tiempo posible.
Alfombras de animales
Las alfombras de animales son perfectas para estimular la imaginación de los niños pequeños. Estas alfombras tienen diseños divertidos de animales, haciendo que la interacción del niño con la alfombra sea parte del juego. Además de ser llamativas a la vista, estas alfombras están hechas de materiales suaves, por lo que son recomendables para que los niños se sienten o jueguen sobre ellas con total comodidad.

Alfombras de pelo corto sintético
Estas alfombras son versátiles y pueden adaptarse a diferentes espacios del hogar, no solo a la zona de juegos. Es importante elegir modelos que sean seguros para los niños, que garanticen la ausencia de tratamientos químicos nocivos para su salud. Entre sus principales ventajas está la alta resistencia a las manchas y al desgaste diario.
Qué tener en cuenta antes de elegir una alfombra para tu bebé
Seleccionar la mejor alfombra para juegos de bebé implica tener en cuenta algunas variables más allá de la estética.
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Seguridad del pequeño: La seguridad debe ser siempre la consideración primordial al elegir cualquier producto infantil. En el caso específico de las alfombras, existen varios aspectos que garantizan un entorno seguro para el desarrollo del bebé como el uso de materiales que no sean tóxicos y supongan un riesgo para la salud del pequeño. La ausencia de bordes cortantes, costuras defectuosas o elementos que puedan desprenderse también son importantes.
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Composición de los materiales: El material de fabricación determina en gran medida la vida útil de la alfombra, elijas el que elijas asegúrate de que hayan sido desarrollados específicamente para uso infantil. Evita materiales que puedan irritar la delicada piel del pequeño.
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Grosor y amortiguación: Para una adecuada protección durante el gateo, te recomendamos alfombras con un grosor mínimo de 1 cm, siendo ideales aquellas que tienen entre 1,5 cm y 2,5 cm de espesor. La densidad del material es importante debido a que determina la capacidad de absorción de posibles impactos. Durante el gateo, el bebé desarrolla patrones de movimiento que influyen en su postura. Una superficie con una resistencia adecuada favorece una correcta alineación corporal y patrones de gateo fisiológicos.
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Tamaño y forma: Te recomendamos alfombras con unas medidas de al menos 2 x 2 metros para que el pequeño pueda moverse libremente. El uso de una alfombra infantil no se limita únicamente a la etapa del gateo sino que puede servir durante años como zona de juegos, incluso cuando el niño ya camina con soltura, por lo que a la hora de elegir el tamaño y la forma también debes tener esto en cuenta.
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Facilidad de limpieza: Busca alfombras que puedan limpiarse de forma íntegra y que hagan uso de tratamientos que faciliten la eliminación de manchas como zumos, purés o marcas de rotuladores, muy comunes cuando vivimos con bebés.
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Estimulación visual y táctil: Los bebés, especialmente durante los primeros meses de vida, procesan mejor los contrastes visuales altos. Alfombras de color blanco y negro o de colores primarios estimulan el desarrollo visual. Para bebés mayores que se aproximan al año, elementos como números, letras, animales o formas geométricas básicas comienzan a cobrar significado en el diseño de la alfombra.
¿Cuál es la mejor alfombra para tu bebé?
Ahora que ya sabes que debes tener en cuenta antes de elegir la mejor alfombra de juegos y gateo para bebe, seguramente te estarás preguntando ¿cuál es realmente la mejor alfombra para un bebé? Como ocurre con muchos productos infantiles, la respuesta no es única sino que depende de las circunstancias y particularidades de tu pequeño.
Según la edad del bebé
En la etapa de los 0 a los 4 meses, el bebé pasa gran parte de su tiempo tumbado, alternando posición boca arriba y boca abajo. La mejor alfombra para esta etapa debe proporcionar una superficie firme y ligeramente acolchada que facilite el movimiento, cierta estimulación visual al nivel de la mirada del bebé cuando está tumbado, así como cierta protección térmica respecto al suelo.
De los 4 a los 8 meses, los bebés comienzan a desplazarse y muchos empiezan a arrastrarse por la alfombra, por lo esta debe tener una superficie con tracción suficiente para que el bebé no resbale cuando se desplaza y cierta amortiguación para proteger al bebé
Durante la etapa de los 8 a los 12 meses se inicia la etapa de gateo activo y los primeros intentos de ponerse en pie. La alfombra que necesitas durante este tiempo debe proporcionar una superficie acolchada para proteger las articulaciones durante el gateo y la firmeza suficiente para que el pequeño pueda apoyarse cuando intente ponerse en pie.
De los 12 meses a los 18 meses inicia una etapa donde el bebé comienza a caminar y juega más activamente. La alfombra que necesitas debe proporcionar una superficie que impida que el bebé se haga daño ante posibles caídas y resistir el desgaste de un uso más intenso, ya que el pequeño caminará sobre ella y arrastrará juguetes entre otras cosas.
Según el entorno y estilo de vida familiar
Las circunstancias particulares del entorno del niño también influyen en la decisión a la hora de elegir cuál es la mejor alfombra para gateo y juego.
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Si tu vivienda tiene un suelo particularmente frío, por ejemplo, si son suelos cerámicos o de mármol, debes priorizar el aislamiento térmico de la alfombra.
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Si vives en una ciudad con un clima cálido, deberías elegir materiales transpirables que eviten sudoración. mientras que en ciudades con un clima seco es mejor evitar materiales que puedan generar electricidad estática.
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Si el bebé va a compartir la alfombra con sus hermanos, o convive con mascotas, busca una alfombra que sea muy resistente y fácil de limpiar.
Según el perfil del bebé
La mejor alfombra para gateo de bebé si tienes un bebé muy activo debe combinar una amplia superficie, gran amortiguación, y materiales duraderos resistentes al desgaste producido por el uso intensivo.
En el caso de que tu bebé tenga la piel especialmente sensible o intuyas que puede desarrollar tendencias alérgicas, debes priorizar las alfombras elaboradas con materiales naturales hipoalergénicos. Evita a toda costa las alfombras con tratamientos químicos como retardantes de llama bromados o plastificantes con ftalatos.
Como acabamos de ver, no existe una alfombra que sea mejor para tu bebé, sino que debes adaptar la elección a las necesidades específicas de tu hogar y del pequeño. Si después de todo lo que te hemos contado aún te quedan dudas, te aconsejamos que dediques un poquito de tiempo a observar al bebé para saber si responde mejor ante ciertas texturas o determinados estímulos visuales. Sus preferencias muchas veces son el indicador más efectivo para saber qué alfombra es la mejor. ¡Echa un vistazo a nuestra colección de alfombras infantiles y dale a tu pequeño el espacio de gateo y juegos que merece!
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